Ambiente, Nosotres

ENTREVISTA A MERCEDES TABOADA

Lideresa de la agricultura familiar periurbana

Por Carolina Diez y Natalia Prozman

Conversamos con Mercedes Taboada, lideresa de la agricultura familiar, en el marco del ciclo “Diálogos periurbanos” cuando se cumplieron dos años de nuestra feria universitaria, “La periurbana”, que integra desde sus inicios (2018). Compartimos algunos pasajes de la extensa y amena charla virtual que tuvo como principal objetivo visibilizar el liderazgo femenino en la agricultura familiar en primera persona, pues el rol político de Mercedes ha sido clave para la transformación agroecológica en el periurbano varelense donde ella siembra sueños y cosecha conquistas. 

Siempre amé el campo

¿Cómo fue el proceso de reconectar con la agricultura, con ese recorrido de lograr tener la tierra para trabajar y un lugar para vivir?

Soy productora agroecológica en el cordón periurbano de Florencio Varela, como tantos otros productores que estamos acá trabajando en el territorio. Aunque no siempre pude estar en el campo, por el desalojo del campo de mis padres a mis 5 – 6 años, nos tuvimos que ir a vivir al cordón de la ciudad y después de años, de haber crecido y formar mi propia familia, encontré a la Organización, Movimiento Nacional Campesino e Indígena, y me enamoré de sus banderas de lucha. Pasaron algunos años hasta llegar acá, área donde estoy viviendo y en la que estoy produciendo. Un anhelo y un sueño muy grande porque siempre amé el campo. Pero una vez en la ciudad siempre volvía. Siempre lo cuento porque mi premio, en las vacaciones era la ida de tres meses, a la casa de mi padrino o de mi tío, los que se habían podido quedar en el campo. Entonces, todos los años tenía que hacer bien la tarea, para ir al campo y trabajar en la tierra. Era chica, pero nosotros en forma de juego nos divertíamos plantando o cosechando y jugando en la producción que ellos hacían. Así que gracias a la Organización pude hacer esa tan soñada vuelta al campo. Y para mí el trabajo en la tierra es mi amor.  

Vamos de la mano en el camino

Además de conquistar la tierra, la agricultura familiar puede entenderse como una forma de vida, y proyecto político ¿Cómo se organizan?

Nosotros nos hemos conformado en el espacio como una Cooperativa de Productores, que es Unión y Fuerza Campesina, y tenemos la quinta propia y hacemos el trabajo comunitario en la quinta de la Organización. Creemos firmemente en lo colectivo. La Organización Comunitaria cuenta con ocho hectáreas y media donde está el proyecto de Escuela de Agroecología que tanto hemos soñado entre todos y por la que tanto peleamos. Dimos los primeros pasos para tener ese espacio para dar clases, hacer capacitaciones, talleres en ese otro modelo de producción que es la agroecología. Así que la mirada siempre ha sido puesta en ese sentido y me parece que de a poquito lo vamos logrando.

“Nosotros”, que soñamos en lo colectivo, nos juntamos con todos. Si se enamoran de nuestro proyecto empiezan a soñar con nosotros y ahí vamos de la mano en el camino. Lo que tratamos de hacer todo el tiempo es no dejar de soñar. Creemos que lo urbano y lo rural van de la mano, por ejemplo, las pasantías del Movimiento Nacional para que los estudiantes conozcan la realidad del campesinado y el laburo que hacemos. Es fundamental, que las universidades estén dentro de los territorios. A través de la Organización, nos encontramos con otras organizaciones, también empezamos a hacer ese camino y colectivamente pelear por políticas públicas y de golpear la puerta al Municipio para que se pudieran hacer eco de los reclamos y de las necesidades de luz, mejora de los caminos intransitables, la parte productiva y para conseguir ferias donde comercializar nuestros productos localmente. 

Un sueño colectivo. La feria universitaria en la Jauretche  

La periurbana implicó una articulación colectiva, de los y las profesores, autoridades, los gremios, (estudiantes, nodocentes, docentes) también estuvo en esa vinculación el Municipio. La Feria es más que un canal corto de comercialización, es un evento social que abre puertas ¿cómo fue el proceso de conquistar el espacio de la Feria?

Nos preguntamos ¿por qué yo tengo que ir hasta Buenos Aires o La Plata a vender verduras y acá en Varela hay una Universidad Nacional y Popular como la Arturo Jauretche y podríamos ser parte de ese espacio? Por suerte teníamos docentes ahí que son también parte del territorio y que caminan con nosotros. Nos reunimos entre todas las organizaciones de productores más la Universidad, el ProHuerta. Hasta que el Municipio accedió y fuimos a convencer al rector de la Universidad de abrir una Feria. Y ahí estamos. Logramos tener una Feria en una universidad local nuestra. Ya empezamos a caminar y estamos cumpliendo dos años, que no es poco. Me parece que ha crecido todo esto del sueño colectivo, de una Feria popular y somos muchas familias de pequeños productores. Creo que es un espacio que ha venido para quedarse. 

La agroecología siempre ha sido una bandera de lucha   

¿Qué significa para la agroecología como práctica política y compromiso social?

Para nosotros siempre ha sido la agroecología una bandera de lucha, así como la soberanía alimentaria y creo que no podemos hablar de ninguna de las dos cosas por separado porque van de la mano. La soberanía alimentaria para nosotros es justamente eso; es tener en nuestra mano la decisión de ¿qué queremos producir’, ¿para qué queremos producir’ y ¿para quién queremos producir?, eso siempre ha sido parte de la lucha que hemos tenido como Movimiento Nacional y parte de la Vía Campesina. Seguimos por ese camino porque la problemática de la alimentación no solamente es en Argentina, sino que es una problemática a nivel mundial y atraviesa a todos los países. Por suerte están las Organizaciones Sociales y Campesinas que siempre lo traen a colación y ponen sobre la mesa, lo plantean y empieza esa discusión. Pero también está el otro lado, lo que nosotros llamamos el poder, “Los que tienen la guita y las multinacionales” y todo lo que nos han venido a vender con la gran “revolución verde”, entonces tenemos ese modelo con el que nosotros estamos peleando día a día. Hoy es lamentable hablar de una pandemia mundial, pero ha traído esta discusión de ¿qué comemos?, ¿qué tipo de alimentación tenemos? y ¿qué tipo de alimentos consumimos? Ahí es donde me parece que ha tomado una fuerza de Estado, en la Argentina y en otros países del mundo, el tema de la agroecología. En algunos otros países está muy instalada. En nuestro país era una cosa muy negada y las multinacionales se empeñan en tapar los daños que ocasionan al medio ambiente y a la salud. Para nosotros, la producción agroecológica habla justamente de lo sano, de una producción sana. Además, es soberano porque elegimos qué producir y cuidar la salud de todos. Empezando por la nuestra.

Una crisis mundial que nos atraviesa

¿Y cómo fue el proceso, en el medio de la pandemia, tener que virtualizar la Feria, Mercedes?, ¿cómo ha sido?, ¿no?, porque a todos nos cambió la vida y a la Feria también, ¿cómo siguieron funcionando en tiempos de pandemia?

Estamos en una crisis mundial que nos atraviesa. Una pandemia y todo está tan difícil. Sin embargo, nosotros encontramos una veta ahí, con la ayuda de todas las organizaciones y me parece que el esfuerzo que han hecho es enorme y hay que valorarlo. Hemos encontrado la vuelta a la comercialización junto con alumnos de la UNAJ y el acompañamiento de los docentes. A través de la virtualidad, buscar y encontrar otra forma que no sea estar físicamente en un espacio pero sí seguir ofreciendo y haciendo llegar nuestros productos a los consumidores, porque la realidad es eso. Se empezó a ver la comercialización desde otro lugar, con otra perspectiva, y me parece que nosotros lo que hicimos fue como aggiornarse al momento en el que estamos viviendo porque si bien tenemos problemas de pandemia fuimos considerados esenciales y no teníamos la prohibición de circular. Con protocolo, todos los cuidados y con las satisfacciones de que ya nos conocía la gente “Bueno, sabemos de dónde viene la verdura” porque antes de La Periurbana no sabían siquiera que había productores en Varela.

Otra vez nosotras, las mujeres, en esta pandemia nos hemos puesto todo al hombro

¿Cómo es desde tu punto de vista el lugar de las mujeres y de los liderazgos femeninos en la agricultura familiar?

El rol de la mujer es fundamental porque otra vez nosotras, las mujeres, en esta pandemia nos hemos puesto todo al hombro. Nos hemos puesto otra vez al hombro los comedores, la producción, el cuidado de la familia, no solo de nuestra familia. Entonces me parece que el rol de la mujer es fundamental. Siempre hemos sido un eslabón muy fuerte dentro de la cadena productiva pero nunca fuimos consideradas. Siempre a todas las reuniones iban hombres y las mujeres no iban a ningún lado. Sin embargo, eso cambió. Ahora creo que las mujeres hemos sabido no solamente demostrar todo el laburo que hacemos diariamente, que no es nada fácil porque un día a día nuestro es levantarse temprano a las cinco de la mañana. Si tenés animales, darles de comer. Si tenés que regar el predio productivo, lo tenés que regar. Si hay que cosechar, se cosecha. Si hay que preparar bolsones, se prepara. Si hay que sacar para el mercado también, armar los plantines, ir viendo qué es lo que se necesita, ocuparse también de la propia familia, o sea, de la comida, de los chicos, etc. Es mucho lo que hacemos y no es valorado. Ahora nos sentimos más acompañadas entre nosotras, porque entendemos lo que otra mujer entiende y hablamos prácticamente el mismo idioma, tenemos mucha solidaridad entre nosotras, a mí todavía me cuesta un poco hablar de sororidad porque me resulta difícil, pero hablo más de la solidaridad femenina que tenemos entre nosotras, los varones no siempre entienden las problemáticas que nosotras tenemos.  

Estamos empoderadas y no vamos a retroceder 

Las mujeres llevan adelante las experiencias de agroecología, de cuidado al medio ambiente, de comercialización, las que están en los espacios organizativos, las que se preocupan por el cuidado de los espacios productivos (animales de corral o los que tienen cría de animales, la huerta) y además de todo eso está el trabajo en la casa. Entonces muestra claramente una brecha y sobrecarga de trabajo por parte de las mujeres rurales.

Parece que el rol de la mujer se ha visibilizado bastante en tiempos de pandemia, somos un montón de mujeres. Hemos logrado superar, como quién dice, esas barreras del patriarcado y de tanto machismo que nos ha sometido y nos hemos despertado. Aunque todavía nos sigan matando compañeras o escuchemos hechos lamentables y que causan mucha tristeza. Estamos en un camino primordial en este momento porque ahora tenemos un Ministerio de la Mujer que en otras instancias era impensado. Me parece que también esa es una función muy importante que ha venido a dar el Estado, porque acompaña y nos sentimos acompañadas y contenidas, y por eso se han abierto otros espacios. Me parece que tenemos mucho para dar las mujeres, desde nuestros espacios, nuestras organizaciones y estamos empoderadas y no vamos a retroceder. No solamente por usar una palabra que está muy de moda, sino que es real en el territorio. Se siente. En las Organizaciones se siente. Tenemos mujeres cumpliendo roles en diferentes lugares del Estado, pero todavía tenemos que luchar en esos lugares, me parece que hemos ganado espacios y que tenemos que darlo vuelta. La verdad, como bien dicen muchas de las compañeras, el patriarcado tiene que caer.

Acerca de la entrevistada / Mercedes Taboada

Productora hortícola y lideresa de la agricultura familiar. Actualmente es referenta del Movimiento Nacional Campesino Indígena e integrante de la Vía Campesina. A nivel local representa a la organización Unión y Fuerza Campesina, de Florencio Varela.

Acerca de las entrevistadoras / Carolina Diez – Natalia Prozman

Carolina Diez es Dra. en Antropología Social (PPAS- UNaM). Docente e investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). Se interesa por problemas vinculados al desarrollo, las ruralidades, procesos de salud y padecimientos en el trabajo con perspectiva de género.

Natalia Prozman es Lic. en Gestión Ambiental (UNAJ) Investiga problemáticas sobre sustentabilidad, desarrollo y rol de las mujeres en los procesos de transición agroecológica del periurbano bonaerense. Es representante de la UNAJ en la Alianza Chino-latinoamericana de innovación, investigación y educación agrícola.

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