Historia

LOS ARCHIVOS DE LA CANCILLERIA

Diplomacia y guerra civil española

Por Marcos Lohlé

El desafío comenzó de forma inesperada. Una carpeta de archivo consular contiene una Circular Secreta emitida en  Buenos Aires dirigida a todas las representaciones argentinas  repartidas por el mundo. Su texto es una alerta en la que se les  dice a todos los cónsules que no se le puede dar visa para ingresar a  las Argentina a ninguna de las 970 personas de nacionalidad  española que figuran en una lista, y abrochada está la nómina impresa. La Circular es del año 1957. 

Los cónsules leen con detenimiento y cumplen la instrucción. A  cada consulado le corresponde una jurisdicción en la que debe  actuar y en caso que se presente uno de los mencionados en la  lista le debe denegar la visa e informar. La Circular fue emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República  Argentina. 

Del gugleo rápido surge que los nombres de los discriminados con ingreso prohibido eran niños de entre cuatro y doce  años que habían sido llevados al puerto de Bilbao, España, en el año  1937, luego de que la ciudad fue bombardeada. Fueron miles, a los que sus padres, para salvarlos, subieron a barcos que los  llevaron a Londres, Francia, Bélgica y Moscú.

Despedidas eternas. Todavía queda el recuerdo de una madre que le dice a otra hija, mientras saluda a sus hermanos desde el  muelle: tú no debes llorar; encima que ellos sufren por  tener que irse, no quiere agregarles más temor. Los 970  nombres, apellidos y números de pasaporte que figuran impresos en  las hojas anexas a la circular secreta son una parte de los niños a los que les tocó embarcarse, específicamente rumbo a Moscú, en  plena Guerra Civil en España. Veintiún años después, luego de  insistentes presiones de sus familias en las Naciones Unidas, muchos que lo quisieron  consiguieron volver a España. Ya tenían entre 24 y 32 años. 

Fue esta historia lo que motivó conocer qué material referido a la guerra se encuentra disponible en el archivo de la cancillería  argentina. 

El archivo

El archivo sobre la guerra civil en España se aloja en 17 cajas  metálicas. Contienen hojas redactadas en los días que los hechos van sucediendo y en su mayoría se presumen inéditas. Interesan a estudiantes, investigadores, docentes, académicos y periodistas. También a españoles y a personas descendientes que formaron  parte de aquella diáspora y que hoy habitan en diferentes partes  del mundo. Algunos pueden encontrar en estos papeles un  rastro de su pasado cercano. 

Abordar este archivo de guerra tantos años después permite conocer los reclamos más esperanzados y reiterados que transmiten las comunicaciones. También los más tristes y trágicos. Revelan algo de la posición y actitud de nuestras autoridades y las de otros países frente a hechos que generaron desesperación extrema. Se trata de cartas manuscritas y oficiales, telegramas membretados con las cintas impresas del teletipo pegadas al  papel. Y los recortes de diarios, todo como para hacerse idea de una  línea de tiempo y ver los hechos reales como se van viviendo. 

Los que piden, los que transmiten los pedidos y quienes los  resuelven o no, se suceden foja a foja. En guerra, todos los que pueden piden. Son situaciones particulares y públicas escritas en su papel original. La inhumanidad y la humanidad del momento. Informes sobre bombardeos y fusilamientos. Escritos solicitando gestiones para transmitir pedidos de clemencia. Los telegramas instruyen a cónsules para que averigüen algo sobre el  paradero de determinadas personas o familias, para lo cual les  transcriben nombres, apellidos y posibles direcciones. Un  funcionario diplomático argentino con salvoconducto debía salir a averiguar. Hay misivas con pedidos de clemencia llevadas a  despachos oficiales cruzando la ciudad bajo el estruendo de las bombas y controles diversos. Cantidad de cartas de padres, ciudadanos  españoles residentes en la Argentina, que piden que se haga algo  por su hijo reclutado para ir a la guerra. 

Las carpetas del archivo llevan en sus carátulas los títulos: Revolución, Repatrios, Certificaciones de ciudadanía, Reclamación de muebles e inmuebles, Pedido de detención de buque (tripulaciones cambian de bandera), El derecho de Asilo, Iniciativa argentina ante los gobiernos latinoamericanos, Informaciones del diario Crítica relacionadas con el transporte de armas en buques nazis con pabellón argentino, Informaciones  recibidas de los consulados, Depósito de dinero, alhajas y valores  en la Embajada Argentina en Madrid, Recortes de prensa. 

El general Francisco Franco dio el golpe de Estado en julio de 1936. Nuestro país lo reconoció como autoridad a fines de febrero de 1939. El archivo  refleja lo que se preservó en papel del tiempo en que se sufrió la guerra. Son más de 60 legajos y 53 expedientes que incluyen más  de 14.000 fojas.  

España 1936. Comienza la guerra

En el mes de julio, cuando estalló la guerra, la sede de la  embajada argentina en Madrid, como era habitual, se había  mudado a un lugar de veraneo. Era un resabio de la España monárquica, aunque la República existía desde cinco años antes. El cuerpo diplomático acreditado, jefes de misión y embajadores, apegados a hábitos y formas de relación establecidas, mudaba cada verano las representaciones al balneario de San Sebastián en el País Vasco. 

Desde los  primeros días, el embajador Daniel García Mansilla1 brinda asilo  en su residencia a simpatizantes de la España blanca (de la España roja se llamaba a los simpatizantes republicanos). Pocas semanas más tarde se muda a Ciboure, pequeña ciudad francesa próxima a la frontera y mantiene  comunicación regular con el canciller. El 31 de octubre de 1936  le escribe: trataré de ayudar y salvar a algunas personas de uno  y otro bando, que al fin y al cabo todos son españoles y no hay  nada más ingrato que una guerra civil. García Mansilla no se encuentra aislado y tiene muy buena información sobre todo lo que pasa, aunque ya no volverá a España. La embajada quedará a  cargo de un Encargado de Negocios. 

Son muchos los consulados que entran en emergencia. El de Gijón es uno de los que informa regularmente. La nómina que transcribe  -pidiendo más fondos- de 136 ciudadanos argentinos que se  nutren de víveres en este consulado puede dar una idea sobre  cómo eran las cosas.  

Son años en que la posición argentina en política internacional es  atendida con relevancia e interés en los lugares de decisión de la parte occidental del mundo. El premio Nobel recién otorgado al  canciller Carlos Saavedra Lamas refleja algo de esto. En esas  semanas, Franklin Roosevelt, presidente de los EE.UU., arriba al  puerto de Buenos Aires para asistir a una conferencia de países. 

Ese mismo año 1936 comienza a cerrarse la guerra entre Bolivia  y Paraguay. Para ello se conformó una unión de países  que llevó las negociaciones en las oficinas y en los campos de  batalla. La integraron Argentina, los EE.UU., Brasil, Uruguay,  Chile y Perú.

Los diarios de la época comentan que Argentina es el primer país  que consigue sacar de España a sus asilados. Decenas de personas  que habían recibido la protección de la embajada argentina en  Madrid, dejaron la sede y subieron en camiones que los llevaron hasta la estación de tren en enero de 1937. Hay un diálogo y una  negociación que prospera con las autoridades del gobierno de la República. Eran meses de miedo. En una Madrid controlada por fuerzas republicanas, algunos fascistas renombrados se encuentran refugiados en la embajada argentina. Por las noches se  descansa mal, mucha gente duerme en colchones en el piso mientras la guardia de milicianos se hace escuchar en la vereda. Se temía la toma de la embajada y que todos fueran fusilados. Un cable secreto informará que dieciocho pistolas Colt estaban guardadas en la caja  fuerte del edificio.

De la estación terminal, los refugiados viajaron en tren a la ciudad de Alicante.  Allí se embarcaron en un buque militar argentino especialmente fletado que los transportó hasta el puerto francés de Marsella donde quedaron a salvo. También existió evacuación solidaria para uruguayos, chilenos y bolivianos. Los reportes de los capitanes  del crucero 25 de Mayo y del torpedero Tucumán informan los  nombres y apellidos de las personas cuando ya se encuentran lejos y a salvo. Se trató, en los primeros cinco meses de 1937, de 1527 evacuaciones por mar, de argentinos, españoles y  otros latinoamericanos. Resulta más difícil establecer el número de salvoconductos que  se dieron entre todos los consulados  para quienes cruzaron a  Portugal y Francia por tierra. 

Dos datos más que ayudan a hacer valoraciones de aquella  realidad y aquél contexto. Uno es el libro impreso que contiene  la Memoria de la Cancillería al Congreso de la Nación (1937- 1938) y menciona todos los consulados, vice consulados y  cónsules honorarios con sus respectivos nombres, y las  direcciones de las oficinas donde recurrir. Son 46  representaciones argentinas existentes a lo largo y ancho de  España, incluyendo sus islas. El otro es el organigrama interno transcrito en la Memoria. Muestra a la Cancillería dividida en cuatro grandes secciones  (gabinete ministerial, secretaría general, administración e  investigaciones, archivo y propaganda). La Secretaría General  tiene dos Divisiones, una Política y otra Económica. La política  tiene una denominada América, y otra América países limítrofes.  La económica se repite igual, salvo que existe un área adicional  específica denominada “Imperio Británico”.  

Un informe político que sobresale 2

Entre tanto documento histórico con referencias directas a los  orígenes, los hechos y las consecuencias, vale detenerse en un  Informe sobre la situación política española elaborado por un  diplomático de carrera. Este remarca que su visión es unilateral, limitada a lo político y socialreflejando las ideas con mayor curso … dentro del variado mosaico del Frente Popular. Evitando los temas relacionados a las operaciones militares…dado que no cuenta ni con noticias  auténticas confiables ni con ejemplares de prensa extranjera. 

Felipe Chiappe tiene 48 años y ha estudiado en la Universidad de Buenos Aires, primero medicina y luego la carrera diplomática. Conocía Madrid dado que había  estado destinado allí en 1913. Mientras prestaba servicios en la  embajada argentina en Roma en aquella primavera europea de  1937, el canciller argentino del momento le ordenó que se hiciera cargo interinamente de la embajada en España. Madrid seguía  siendo el epicentro de los enfrentamientos y todas las embajadas y  el mismo gobierno ya se habían mudado a la ciudad de Valencia. 

Su informe es una elaborada reflexión de 21 páginas,  separada por siete subtítulos, en las que demuestra alto interés,  sensibilidad y análisis, aún más si consideramos que su estadía a cargo de la embajada fue de  apenas 78 días. Su escrito suma información histórica relevante  que ayuda a entender algo sobre cómo se llegó a ese momento. 

Está firmado el 25 de mayo de 1937. Chiappe intenta poner los datos y los  argumentos más ponderables para él, repartiendo razones y  responsabilidades, en una balanza de dos platos. Remarca y transcribe un párrafo textual del discurso fundacional  del diputado y filósofo José Ortega y Gasset, convocando para  que se constituya en 1931 un partido republicano de amplitud  nacional. Ortega dice allí que España se vió forzada a sacudir de sí el cuerpo extraño de la Monarquía reducida desde hacía  muchos años a ser una sociedad de socorros mutuos …que no  representaban una porción mínima de la Nación …y eran: los  grandes capitales, la alta jerarquía del Ejército, la aristocracia de  la sangre y de la Iglesia. 

Las cortes constituyentes votaron la Ley fundamental de la República en diciembre de 1931. Chiappe transcribe el artículo 1: “España es una República democrática de trabajadores de toda clase que  se organiza en régimen de libertad y de justicia…”. 

Antes de que pase un año estalla la primera sublevación  militar. Nuevas cortes son electas en 1933 conformando una mayoría que era más bien representativa de la tradición  parlamentaria de la Monarquía que del nuevo estilo de una  República. Hasta la disolución de esas cortes en enero de 1936 no fue posible elaborar una Ley de presupuestos del Estado… y se  provocaron nada menos que 23 crisis políticas. 

Indica Chiappe que los preceptos de la constitución de 1931 no  pudieron ser letra viva durante los cinco años por la obstrucción  de elementos de derechas y por la impaciencia e irreductibilidad de exigencias de las organizaciones obreras que rebasaron  muchas veces las posibilidades de la economía. Identifica como  momento culminante de la guerra civil cuando Italia y Alemania  reconocieron como legítimo el gobierno instalado en la ciudad  de Burgos al mando de Francisco Franco. 

El informe señala que la época del terror en las ciudades culminó poco tiempo antes de que él llegara, en los últimos meses de  1936, pasando a partir de allí a una guerra de posiciones.  

Transcribe una dramática infidencia que le hizo el ministro de  defensa de la República, Indalecio Prieto, cuando lo entrevistó en  esos días de mayo de 1937: “tantas son las atrocidades  cometidas por las masas incontrolables que el mismo gobierno  debió armar y que luego fue impotente para dominar, tan crueles  fueron las represalias de las fuerzas y de las autoridades dependientes de Franco, las de las falanges y requetés, tan  profundo el abismo socavado por el odio entre los que combaten  de uno y otro lado, tanta es la sangre vertida que no bastarán  varias generaciones de españoles para que las palabras  reconciliación y olvido puedan volver a recuperar su significado”. 

El fin de la guerra 3

El 9 de febrero de 1939 el presidente de la República, Manuel  Azaña cruzó a pie la frontera francesa. Toda Cataluña había  caído. Paz, Piedad y Perdón son las palabras de clamor que  pronunció y que lo recuerdan. Una semana después, el 15 de febrero, el cónsul en Barcelona anunciaba por carta “la entrada triunfal de las tropas  nacionalistas en esta ciudad”. Y agregaba: “Está en el ambiente, y en  todos los círculos se vería con agrado, que la República Argentina  se adelantase a otros países, en el reconocimiento al General  Franco (…) para mejores vinculaciones espirituales y mercantiles de  los dos pueblos”. 

La semana siguiente, el mismo cónsul recibe desde Casa de  Gobierno de Buenos Aires, telegrama y carta con instrucciones. El telegrama había sido enviado desde Laboulaye, Córdoba. Una  vez más eran familiares, amigos y vecinos integrantes del Comité Ayuda España que pedían “ayuda de nuestro gobierno a niños, mujeres y ancianos refugiados en Francia”. 

El 27 de febrero, Francia y Gran Bretaña reconocieron  formalmente al gobierno franquista. Por esos mismos días la Argentina también. Al cónsul Achával se le ordenó viajar a  Francia para atender las necesidades de los refugiados. Desde allí  le escribe al canciller y le dice que asiste con alguna tristeza al  desmoronamiento del Gobierno y Ejército de la República, cuyos  dirigentes salvo en pocos momentos han estado a la altura de las  circunstancias. 

Carta desde el campo de concentración

Los pedidos de los diputados nacionales por casos concretos  siguen siendo atendidos por la cancillería. La embajada informa  en julio de 1939 que de acuerdo a lo que se pudo averiguar nada saben sobre el ciudadano argentino Marcos Aurelio Sinigaglia en  la Inspección de Campos de Concentración de Prisioneros. Un  diputado argentino escribe diciendo que tiene que tratarse de un  error ya que Sinigaglia escribió, desde España, a su familia  en Bahía Blanca. 

Una carta incorporada al legajo, del 3 de agosto de 1939, fechada en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña,  firmada por Sinigaglia y dirigida a su hermano, dice que efectivamente se encuentra en compañía de sesenta conciudadanos (argentinos) pendientes del interés que se tomen  por nuestra suerte. Y agrega: creo que el Dr. Ortiz (presidente de  la nación) se ha interesado por nosotros. Sinigaglia de 27 años, oriundo de Villarino, Buenos Aires, se  enroló en el ejército de la República -dice otro informe-, formó  parte de la brigada franco-belga, y cayó prisionero en abril de ese  mismo año. En 1940 fue liberado. 

Epílogo

La historia relatada al comienzo, y que originó el interés en conocer los documentos disponibles de la época, es conocida y  fue divulgada hace no tantos años en una película documental titulada Los niños de Rusia. 

Se puede conocer una elocuente descripción de las  circunstancias que se vivían en la ciudad de Bilbao por aquellos días en un documento conmovedor: el presidente del país Vasco  le envía un telegrama al presidente argentino el 13 de junio de  1937: 

“Desde hace 75 días más de 100 aviones alemanes e italianos con grupos  mercenarios marroquíes y ejército regular de aquellos países se dedican al  arrasamiento de poblaciones y aldeas y al exterminio de sus habitantes  queríamos que ante la emoción universal despertada por el horroroso  bombardeo de Durango y Guernica se pondría freno a la ira exterminadora de  nuestro pueblo amparada por la complicidad inexplicable de las conversaciones  internacionales en las que aparecen envueltas naciones que se llaman  democráticas y protectoras de los más nobles sentimientos humanos… el pueblo  vasco que desde tiempo inmemorial se ha distinguido por su paciente y muy  laboriosidad que ha sido cuna de la democracia más antigua del mundo  contempla con asombro al concierto de naciones que se llaman civilizadas al  parecer conjuradas para exterminarlo con unos militares que se sublevaron  contra quienes intentaban defender su derecho a respetar a su patriarcal  democracia su libertad sus costumbres y su antiquísimo idioma se continúa cada  vez con mayor saña destruyendo ciudades y aldeas ametrallando mujeres y  niños fusilando sacerdotes violando a mujeres ….y para que nada falte en este  cuadro de horror y terribles injusticias se ha bombardeado con saña inaudita el  cementerio de Bilbao y pretende convertirse en otro cementerio a todo Bilbao  en donde se haya refugiado lo vasco que resta con vida… tanto crimen por qué y  para qué yo pregunto horrorizado al mundo que se llama civilizado que se  pretende con tanto crimen y si no queda un aliento de humanidad en la  conciencia universal para evitar que se consume la injusticia más espantosa de  la que haya memoria en la historia del mundo salúdale atentamente. firma:  presidente gobierno euzkadi.”

Una gran parte de aquellos niños que se salvaron de los  bombardeos y viajaron a Moscú, con los años pasaron a trabajar en las fábricas de armamentos de la Unión Soviética. Apenas vueltos a España, cuando ya tenían entre 26 y 33 años, tanto el  gobierno de Franco como los servicios de inteligencia de los  EE.UU. presumieron que muchos de ellos podían ser espías al  servicio de la KGB, por lo que fueron extensamente investigados. Al momento de su retorno, la Central de  Inteligencia Americana (CIA) los fue entrevistando e  interrogando uno por uno.

El gobierno de entonces de nuestro país avaló durante un tiempo la hipótesis de que se trataba de espías, y por ese motivo emitió la Circular Secreta N° 64 del año 1957 y  la N°4 de 1958 que dan origen a esta nota.  Tiempo después, cuando se comprobó que aquellos adultos españoles volvían de Moscú para reencontrarse con sus familias,  ambas circulares fueron derogadas. 

La dictadura de Franco se extendió hasta su muerte en 1975.

NOTAS 

1 Existe un informe del embajador Daniel García Mansilla que no se encuentra en el Archivo. El mismo  tiene varios textos de documentos transcritos https://www.cari.org.ar/pdf/diplomaticos22.pdf

2 Son innumerables los documentos-informes que valdría la pena mencionar. Jorge Giovanelli es un  coronel argentino que por esos días cumple funciones de agregado militar en París. Allí consigue un  salvoconducto especial. El 9 de noviembre de 1938 entrega un informe de viaje realizado a España  durante 15 días, específicamente a los territorios controlados por los nacionalistas. Se trata de 22 páginas en los  que da detalles sobre el uso de los distintos equipamientos militares, especialmente sobre los aviones alemanes e italianos que son los que más tragedias generan con sus bombardeos.

3 Para conocer un poco más cómo impactó la guerra en nuestro país es recomendable leer el libro de  Ernesto Goldar, Los argentinos y la guerra civil española; el artículo publicado en la edición 110 de Todo es  Historia por Enrique Pereira; y el valioso artículo publicado por Rogelio Alaniz en El Litoral de Santa Fe que  refleja la ambigüedad y restricciones que puso el gobierno de Ortiz a la hora de recibir a los exiliados  republicanos en 1939: https://www.ellitoral.com/opinion/guerra-civil-espanola argentina_0_q4BFqEeSkG.html

Acerca del autor / Marcos Lohlé

Marcos Lohlé trabaja actualmente en el Archivo Histórico de la Cancillería Argentina. Formó parte de la comisión creada para relevar y seleccionar documentos secretos que fueron posteriormente desclasificados.

marcoslohle@hotmail.com

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