Economía

EXCEDENTE, ACUMULACIÓN Y TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA

La parte que no se comparte

Por Gerardo De Santis

Reiteradamente hay quienes afirman que uno de los graves problemas de nuestra economía es la falta de capacidad propia de acumulación para desarrollarse. El autor de esta nota, docente de nuestra universidad, pone de relieve que no es falta de capacidad para acumular sino que el problema está en cómo se utiliza el excedente que genera el proceso económico; en otras palabras, las opciones de utilización del excedente están entre acumulación y crecimiento o despilfarro y fuga de capitales.

Para el enfoque estructuralista, las economías desarrolladas tienen una configuración estructural distinta a la que caracteriza a las subdesarrolladas, ya que la estructura de estas últimas es, en medida significativa, una resultante de las relaciones que existieron históricamente y aún perduran entre ambos grupos de países. En otras palabras, los mecanismos de apropiación y acumulación del excedente, de avance tecnológico, de asignación de recursos y de distribución del ingreso son diferentes y es este punto el que trataremos de analizar en las siguientes líneas.

Para este enfoque alcanzar el desarrollo exige transformaciones profundas y deliberadas en la estructura económica, social e institucional, capaces de modificar esencialmente el funcionamiento de estas economías, ya que se considera que estos países se distancian cada vez más de los países avanzados.

Un  primer  paso al  estudiar el  proceso de acumulación  potencial, que permita cambios  estructurales de la economía para transitar  un sendero hacia el desarrollo, debe enfocarse  en conocer la masa de recursos disponibles susceptibles  de ser acumulados. La transformación del sistema exige, ineludiblemente,  elevar el ritmo de acumulación del capital reproductivo sobre todo a expensas  del consumo de los estratos superiores.  

Entonces, el desafío para los países subdesarrollados es si pueden llevar adelante un proceso de acumulación de capital, avance tecnológico y cualificación de sus trabajadores que le permitan modificar su estructura productiva. Diversificarla, insertar algunas ramas industriales como exportadoras en el mercado mundial y profundizar la sustitución de importaciones en algunas industrias clave como la de bienes de capital que les permitan traspasar las barreras hacia el desarrollo. Para llevar adelante el proceso de acumulación de capital, desarrollo tecnológico y calificación de su mano de obra se debe determinar primero si estas economías generan los recursos suficientes para poder hacerlo, esto es, si generan el excedente de recursos necesarios. 

Los  autores  estructuralistas  que han profundizado  más sobre el proceso de  acumulación y el excedente son  Celso Furtado (1978) y Raúl Prebisch  (1981). En el caso de Furtado, su análisis  se diferencia de enfoques tradicionales al plantear  que al estudiar las “inversiones” solo se estaría ocupando  de una parte del proceso de acumulación como él lo definía,  y era la acumulación ligada al aumento de la capacidad productiva. Como dijimos, Furtado plantea el estudio del excedente como el punto de partida para el estudio de la acumulación global. En ese sentido, el cálculo del excedente debe realizarse a partir de la comparación entre el producto social (PBI) y el costo de reproducción de la población (CRP). La primera variable no ofrece mayores dificultades, mientras que el CRP, Furtado lo calcula a partir del ingreso del trabajador manual ya que considera que es representativo del costo básico de reproducción de la población, y que tiene un componente monetario (ingresos) y uno no monetario, definido como los beneficios sociales (como el gasto en bienes públicos, educación, salud, etc.).

A partir de su diagnóstico Centro-Periferia de los años 50, Raúl Prebisch avanzó en el análisis de la apropiación del excedente en dos planos; por un lado en esa relación centro-periferia en la que los países centrales pueden retener los frutos del avance técnico vía deterioro de los términos del intercambio que sufre la periferia y por el otro, al interior de las economías periféricas en donde el excedente es apropiado, a través del mecanismo del mercado, por los sectores económicos más poderosos. Prebisch define el excedente como “aquella parte del fruto de la creciente productividad que, en la medida en que no fue compartido por la fuerza de trabajo en el juego espontáneo del mercado, tiende a quedar en manos de los propietarios de los medios productivos, además de la remuneración de su trabajo empresarial”.

Veamos un ejemplo numérico para entender el cálculo del excedente. Supongamos que un grupo de investigadores sociales interdisciplinario quieren calcular el excedente del País A. Dicho país tiene un PBI de U$S 440.000 millones y una población de 44.000.000 de habitantes; por lo tanto, el PBI per cápita es de U$S 10.000. 

Para calcular el excedente se debe determinar el costo de reproducción de la población (CRP). A criterio de este grupo de investigadores la población de dicho país puede tener un nivel de vida razonable adquiriendo una canasta familiar para cuatro personas valuada en U$S 1500. Si se supone que todos los habitantes del país están agrupados en “familias tipo”, o sea, de cuatro integrantes, esto implica que son 11.000.000 de familias, cada una de las cuales necesita U$S 1500 mensuales para adquirir la canasta que representa el CRP.

En este sentido, U$S 1500 x 12 meses = U$S 18.000 es lo que necesita una familia al año para comprar la canasta familiar. Por consiguiente, las 11.000.000 de familias necesitan: 11.000.000 x U$S 18.000 = U$S 198.000.000.000 para que todas las familias compren a lo largo del año la canasta familiar de U$S 1500.

Así determinado el monto del costo de reproducción de la población en U$S 198.000.000.000, el excedente se calcula entonces:

PBI __________ 440.000.000.000

CRP _________ 198.000.000.000

Excedente _____ 242.000.000.000

Entonces el País A tendría un excedente que representa el 55% del PBI. Podemos decir que el país A podría llevar adelante un proceso de acumulación productiva del orden del 55% del PBI después de que todas las familias hayan alcanzado un nivel de consumo acorde a la canasta familiar determinada en U$S 1500.

En los países subdesarrollados el excedente es apropiado muy desigualmente entre los distintos estratos sociales. En general, en estos países suele observarse una elevada concentración del ingreso en el estrato de ingresos altos combinada con una propensión a ahorrar muy baja. Esto da lugar a un gasto del excedente en una proporción significativa hacia el consumo suntuario, esto es, un proceso de acumulación improductivo. Y la parte del excedente que es acumulada productivamente lo hace en el sector productivo inserto en el comercio mundial básicamente primario: alimentos, minerales y energía reproduciendo la inserción productiva externa vigente. 

Entonces, la dinámica de apropiación y acumulación del excedente en los países subdesarrollados reproduce su heterogeneidad, productiva y social, y su perfil de inserción internacional. 

Si bien en la Argentina no se encuentran muchos estudios que realicen un cálculo del excedente siguiendo la metodología planteada por Furtado en 1978, el ejemplo numérico anterior sigue dicha metodología y se asemeja a los datos de nuestro país (Ver Entrelineas N° 46 del 2016: Excedente y modo de acumulación. Trayectoria de la economía argentina (1993-2014), De Santis y Barberis).

En nuestro país, y en general en los subdesarrollados, el libre mercado da como resultado una escasa acumulación productiva del excedente. La mayor parte de este es acumulado improductivamente (consumo suntuario) o fugado fuera del sistema económico.

Revertir esta situación es el desafío para los países subdesarrollados, implementando políticas económicas que permitan sustituir acumulación improductiva para llevar adelante un proceso de acumulación productiva de capital, avance tecnológico y capacitación de sus trabajadores que le permitan transformar su estructura productiva y, por consiguiente, social.

Acerca del autor / Gerardo De Santis

Licenciado en Economía de la Universidad Nacional de La Plata,  docente e investigador (UNLP, UNAJ). Dirige el Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación, la revista “Entrelíneas de la Política Económica” y es autor y coordinador de libros como “Introducción a la Economía Argentina. Una visión desde la Periferia”, entre otros. Además, dirige desde el año 2002 el proyecto de extensión “Asistencia a Microemprendimientos, Pymes y Coyuntura Económica”

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