Economía, Notas

ARGENTINA AL REVES

¿Quién tiene la culpa del déficit fiscal? ¿Los Ricos o los Pobres?

Por Emmanuel Álvarez Agis

El macrismo agitó a los cuatro vientos que el déficit fiscal dejado por el kirchnerismo era la causa de la crisis y la justificación de sus políticas. Sin embargo, Macri no solo no lo corrigió sino que lo aumentó. En esta nota, el ex viceministro de Economía  explica  quiénes se favorecieron con el aumento del déficit en el gobierno de Cambiemos.

Si hablamos de déficit fiscal, el argumento es conocido: el Estado gasta mucho ¿en qué gasta? Fundamentalmente, en sostener a los sectores vulnerables. Para financiar ese enorme gasto, supuestamente le debe cobrar impuestos a quienes los pagan ¿Quiénes pagan los impuestos? Los que trabajan, sean asalariados, cuentapropistas o empresarios. Conclusión: los que trabajan sostendrían con sus impuestos a los sectores vulnerables. Este trillado y falso argumento ha sido utilizado a lo largo de la historia de nuestro país, e incluso del mundo, para intentar conseguir un apoyo mayoritario a una medida que perjudica, paradójicamente, a las grandes mayorías: estamos hablando nada más ni nada menos que del ajuste fiscal. Veamos el tema con algo más de detalle.

¿Qué significa que el Estado tenga superávit o déficit fiscal? El resultado fiscal es sencillamente sumar todos los ingresos del Estado, que mayoritariamente son impuestos, y restarle todos sus gastos. Si el resultado es positivo, hay superávit; si es negativo, hay déficit. Cabe aquí entonces una primera reflexión. El superávit es una situación donde el Estado le saca a la sociedad en su conjunto, bajo la forma de impuestos, más que lo que le devuelve bajo la forma de gasto público. Si se comprende esto, resulta realmente muy extraño que se acuse al déficit de ser una estafa a la sociedad. Más bien lo que suena a estafa es que el Estado le saque la plata a la gente del bolsillo y no se la devuelva en su totalidad, y eso es exactamente lo que hace el Estado cuando tiene (o busca tener) superávit fiscal.

Lo segundo que hay que comprender es si es cierto que Argentina tiene hoy un déficit fiscal descontrolado que necesita reducir. De acuerdo a la información presentada por el Gobierno Nacional a los inversores extranjeros, a los que “convenció” a fuerza de la tasa de interés más grande de la historia para una colocación de este tipo de comprar un bono de Argentina que se pagará en 2116, el déficit primario de Argentina es de 2,2% (expresamos todos los valores en términos de nuestro Producto Bruto Interno). En 2015, ese déficit era de 1,8%. Es decir que Cambiemos agrandó el déficit fiscal en 0,4%. El 2,2% de déficit fiscal en 2016 es, a todas luces, un déficit moderado, si se lo compara con el déficit de Brasil, que fue de 2,5% o el de Chile, que fue de 2,6%.

¿Pero cómo fue que pasamos de 1,8% de déficit en 2015 a 2,2% en 2016? ¿Cómo fue que el “populismo” tuvo menos déficit que el “Cambio”? El mayor déficit no es producto de un incremento en el gasto, puesto que Argentina tuvo en 2016 el mismo porcentaje de gasto que en 2015, 24% en relación al tamaño de su economía. Lo que sí pasó es que se achicó el tamaño de la economía que cayó -2,3%. Es decir que, en términos reales, Cambiemos hizo un ajuste del gasto, pero aun así, incrementó el déficit fiscal. Por lo tanto, la respuesta a por qué aumentó el déficit en 2016 solo puede venir por el lado de la recaudación. Efectivamente, los recursos con los que cuenta el Estado se redujeron en unos $35.700 millones ¿Y a qué obedece la pérdida de recursos? Veamos.

De esos $35.700millones, unos $21.300 millones corresponden a la pérdida de recaudación por la eliminación de retenciones al campo y a la minería. Quiere decir entonces que el 60% del aumento del déficit fiscal fue la consecuencia de perdonarle impuestos a los sectores de más altos ingresos. Para que quede claro: el aumento del déficit fiscal en 2016 no fue provocado por los sectores vulnerables, sino por medidas que beneficiaron a los sectores más favorecidos de la economía argentina, que le dejaron de pagar al Estado un monto que duplica lo que recientemente el Gobierno de Cambiemos intentó “ahorrar” interrumpiendo el pago de pensiones no contributivas por discapacidad y viudez.

Argentina no necesita actualmente preocuparse por el nivel del déficit fiscal. Pero si aún queremos saber de quién es hoy la culpa del déficit fiscal, claramente no es de los sectores vulnerables, de los pobres, sino de los ricos. El aumento del déficit fiscal de 2016 se explica por la eliminación de las retenciones al campo y a la minería. Si se quiere reducir el déficit fiscal, el gobierno nacional debe dejar de apuntar a los sectores más vulnerables de la sociedad y realizar una profunda autocrítica de los resultados de su política tributaria en particular, y de su política económica en general.

Acerca del autor/a / Emmanuel Álvarez Agis

Emmanuel Álvarez AgisEx Viceministro de Economía de la Nación y Coordinador de la Carrera de Economía de la UNAJ

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