Leandro Saúl Almeida, aka W.O.S.E., es un músico urbano oriundo de Merlo, zona oeste del gran Buenos Aires, miembro de la crew Alka Eda quien gracias al rap logra expresarse y poder, tal como él lo relata: “desahogarse y escupir fantasmas”.
¡Eh! ¿Pensaste que no iba a volver? porque tengo mucho por perder,
y que no sé bien lo que voy a hacer, pero que lo hago lo hago,
en esto yo no paro sigo una línea constante,
me cuesta ser sociable siempre una actitud distante,
nací para rapero, no para ser cantante,
y pienso en hacer dinero y lo pienso hace bastante,
hice un poco, pero ya me lo gasté,
una parte la invertí, la otra me la deliré,
el peso extra que cargaba en el camino lo tiré,
dejé un par de cosas cambié otras fue, respiré,
me cuesta controlarme soy bastante inestable,
puedo querer matarme y enroscarte a vos un cable,
a veces no hice nada, pero me siento culpable,
y mi autodestrucción con drogas de eso no se hable.
Me escapo, no me atrapa, pero desde allá me ve,
tiene fija la mirada calcula esperándome,
muy segura de que voy a fallar, de que voy a caer,
tengo que seguir enfocado no me tengo que perder,
me enseñó mucho perro todo lo perdido,
yo vi al diablo siendo poseído,
ahora a poner en marcha todo lo aprendido,
mientras escribo esto, con un porro prendido.
No estoy seguro, mejor, seguro está preso,
pero debo cambiar eso, ya está en proceso,
tienen que ser para bien, todos mis excesos,
y a casi todo lo malo chau abrazos y besos.
Seguramente más adelante me esperen recaídas,
espero me dé tiempo para preparar la huida,
no tengo pa’ la vuelta así que mi viaje es de ida,
tengo mala memoria, aunque mucho no se olvida,
trato de entenderme, pero me es complicado,
no hay camino recto, cuando estoy re doblado,
me cuesta entender a veces que ya es demasiado,
no puedo controlarme, me excedo, estoy re zarpado.
La concha de su madre, de a ratos se complica,
no sé cómo rascarme cuando el cerebro me pica,
sé que quiere quebrarme, que la mente me mastica,
y que por más que me escape siempre por algo me ubica,
me quiere atrapado, pero por suerte no pudo, no quiero desatarme,
solo aflojé el nudo.
Estoy más tranquilo ahora, que María me ayudó.
¡Voy a hacer lo que te digo Perro! eso no lo dudo.