Desconocemos sus datos biográficos de nacimiento y fallecimiento. Colaboró en la revista Amaru y participó del taller de escritura El Caballo Celoso (Centro Cultural Aoniken, Temperley). El presente poema está publicado en la antología “Roberto Juarroz baja en Temperley (un mapa posible de la poesía del conurbano sur)”.
Naranja
que deviene
de un laurel sobre el patio.
Y los vidrios
suspendiendo el dolor
de un bizcochuelo en tus manos.
Madre de menta.
Fría.
Que te irías un abril en silencio
sin jamás ver a Sebastián
hermano tuyo en la blancura
y en tu amor por lo bello.
Igual a vos
el mismo corazón desangrado por la ausencia.
Naranja.
De mandarinas agrias
por el rosado boulevard.
Y mis catorce años de trenzas,
y una inocencia azul
que no imaginó nunca,
no podía,
tanto amor de negrura
y tanta soledad
sobre los años marginados.
Y ahora Monte Chingolo.
Redondo sol naranja.
Enérgico y total.
Abarcando
esta pequeña región del eucaliptus,
de tierra,
de trenes carboneros,
de niños hambrientos
y madres lastimadas.
Diciendo
que se puede caminar sobre lo digno,
con aire de amapolas.
Y afirmarse
en el lugar correspondido.
Mi casa pobre y limpia.
Y levantarse
con la violeta sangre
corriendo por las venas.
Y en estos ojos
que vieron lo imposible
un estallido de balas amarillas
mareando la alegría.