Ambiente

ARTICULAR Y DEMOCRATIZAR

El conocimiento en las políticas ambientales

Por Homero Bibiloni

Avanzar en políticas ambientales en un contexto de crisis económica mediante la articulación del conocimiento y la mejora de la facilidad del acceso a quienes lo necesitan.

 

La experiencia  en la gestión en la máxima responsabilidad ambiental  indicaba (y estimo indica,  en tanto no han variado en mucho las condiciones por  la debacle de estos últimos cuatro años) que  resulta necesario contar con datos duros, consistentes, actualizados, o proyecciones rigurosas para  tomar decisiones con información suficiente, evitándo así  las aleas, las intuiciones (en la medida que se pueda, ya que la política es el arte de lo posible, con todas las connotaciones que esa frase tiene, por su origen y consecuencias).

El Ministerio de Ambiente  cuenta con muy buenos técnicos y profesionales, pero para ciertas cuestiones son insuficientes. Me refiero a atender los programas en curso, promover nuevas iniciativas, ejercer las rutinas burocráticas, trasladarse donde está la naturaleza y los impactos humanos, etc. Todo eso lleva tiempo  y en las lógicas administrativas no siempre los recursos materiales están  disponibles para la atención del problema, tanto como la capacidad humana instalada no es a veces la requerida en cantidad, diversidad disciplinar y en su aspecto temporal también.

Los desafíos rutinarios son enormes a poco que uno mire las competencias del Ministerio, que en rigor articulan con todo lo que nos rodea, provenga de la naturaleza (como funcionamiento)  o de la actividad humana (como factor sistemático de impactos ambientales negativos).

Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales porque así está planteado en la Constitución Nacional (artículo 124), vale bien recordarlo. Si alguien no estuviera de acuerdo debería plantear la reforma de la Carta Magna y no buscar soluciones unitarias sobre la base de la opinión negativa de cómo los utiliza cada una de nuestras provincias. Sí cabe, en cambio, proponer programas desde lo nacional que las incluyan para fortalecimiento con respeto de sus autonomías.  El ámbito para resolver las tensiones que puedan producirse es desde lo político el COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) quizás con una nueva impronta de jerarquización permanente de quienes asisten al mismo, dado que no todos son ministros provinciales más allá de su idoneidad. A mi entender, ello es un error político o la evidencia de ausencia de prioridad. El COFEMA debe contar con un presupuesto propio  que no lo limite, para tener independencia con la nación (dado que no es correcto criticar  algún tema nacional pero funcionar con el presupuesto del criticado) .

Si lo ambiental es holístico, multidisciplinario, multitemporal, multijurisdiccional, multicompetencial, es necesario que cada segmento de esta realidad compleja pero a la vez dinámica se nutra de información en forma permanente y actualizada. Todo muta, evoluciona, cambia, y por ello es imprescindible el seguimiento de esos temas y cuestiones con el mayor nivel de actualización posible. 

De allí que a las carreras tradicionales que incursionan en lo ambiental desde diversos ángulos (biología, química, arquitectura, ingeniería, agronomía, veterinaria, etc.) se han sumado aquellas, también de grado, que tematizaron la complejidad de lo ambiental: las licenciaturas y tecnicaturas en gestión ambiental, tal como es nuestra realidad en la UNAJ, desde donde compartimos experiencias y tareas con nuestros/as pares de más de 20 universidades públicas nacionales y provinciales a través de la Mesa de Carreras Ambientales. Éstas perspectivas de integración también requieren de un nuevo formateo del conocimiento y la información con su debida difusión y apropiación social. 

Si bien en las diferentes instancias existe un cuerpo distribuido federalmente de  investigadores, pasantes, docentes, becarios y laboratorios que a lo largo y ancho producen conocimiento, muchas veces este queda o retroalimenta en los mismos círculos, pues las formas de acceso, si bien públicas no son amigables, conocidas o accesibles.

Dada la certeza de que la situación ambiental planetaria, regional, nacional, provincial, local, siempre es algo peor que la precedente, prácticamente sin excepciones, es menester proponer y avanzar en un mecanismo donde ese cúmulo de saberes, experiencias, datos, investigaciones, puedan transitar desde su lugar académico y científico al universo de actores ambientales que los necesitan  para mejorar su gestión pública, privada, o como simples ciudadanos para informarse de manera sencilla y amigable con la idea de poder cumplir con los presupuestos que marca la constitución nacional en cuanto calidad de vida y preservación de la misma para las generaciones futuras entre otros conceptos ( artículo 41) 

El desafío entonces sería, para ponerlo en un ejemplo simbólico: ¿cómo lograr que el estudio del hongo benéfico para ciertas producciones vegetales pueda ser aplicado por un horticultor del cordón verde de Florencio Varela o del Gran La Plata , dato al que accedió desde una computadora del programa Conectar Igualdad de sus hijes?

De esto se trata, quizás de imitar las lógicas de la naturaleza, en tanto de ella podemos aprender todo. La propuesta supone  adoptar el ciclo del agua, para espejar con la producción, gestión y traslación del conocimiento en orden a que cumpla con su cometido, colaborando en la preservación y mejora del ambiente, ecosistemas, criaturas con quien lo compartimos, y con la humanidad toda, en tanto si hay algo igualitario es la naturaleza. Que así fue concebida, pero luego el hombre comenzó con su apropiación y delimitaciones excluyentes, en beneficio de pocos y detrimento de muchos.

 

El gráfico precedente ejemplifica la circulación  y procesamiento del conocimiento, redefinido en la forma de producción, alojamiento, transferencia y accesibilidad, ya  que mediante este reordenamiento se puede apuntar a saltos de calidad sucesivos e indefinidos.

Sabiendo claramente qué es lo que hay  en el sistema  y mediante derivaciones a múltiples terminales singulares  a pedido, o bien accediendo en forma  absolutamente simple (tal como se hace con los buscadores globales), la demanda de los actores ambientales pueden identificar áreas de vacancias, los temas que es deseable actualizar, los que hay que priorizar o profundizar.  De esta manera, se interactuará eficientemente con el afuera, el que ciertamente estará a un clic de distancia, no como ahora que miles de usuarios posibles de esta información ni siquiera saben que lo pueden ser. 

De esta forma  el sistema científico tecnológico vía CIN y CONICET podrá  orientar o priorizar  los temas de tesis, tesinas, trabajos de investigación sobre las necesidades existentes con ejes predefinidos (v. gr. Adaptación vs. Mitigación en cambio climático) 

En síntesis, hacer algo superador lo más rápidamente posible con lo que hay, sin grandes inversiones, con ubicaciones sistemáticas y adecuaciones informáticas que permitan la accesibilidad de lo ambiental tanto para una tesis doctoral como para el agente del escalafón más bajo de un municipio que necesite un dato  de este amplio universo. 

Acerca del autor / Homero Bibiloni

Abogado. Especialista y Docente en grado y postgrado en Derecho Administrativo y Ambiental. UNLP Coordinador de la Carrera Gestión Ambiental en la UNAJ. Presidente Tribunal Administrativo de la OEA 2018. Ex Secretario de Ambiente de la Nación y Presidente de Acumar (2008 – 2010).

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