Economía

LA INDUSTRIA METALÚRGICA EN EL CONURBANO SUR

Aguante el metal

Por Facundo Barrera Insúa, Lucía Trujillo Salazar, Anabel Beliera, Belén Morris y Rubén Buenahora

Resultados de investigación acerca de la relevancia de la industria metalúrgica en nuestra región, sus sectores y los factores que condicionan la situación salarial de los trabajadores en ella

En esta nota caracterizamos productivamente al eje sur del conurbano de la provincia de Buenos Aires (Berazategui, Florencio Varela y Quilmes) -principal zona de influencia de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ)- para reconocer el marco existente en términos de condiciones de trabajo y salarios. A partir de los datos del “Mapa Productivo” (CEP XXI – Centro de Estudios para la Producción) estudiamos los sectores de actividad con mayor proporción de empleo asalariado registrado privado para el año 2022. Dada la relevancia de la industria metalúrgica en el territorio, acercamos la lupa para analizar en detalle los sectores que comprende: fabricación de metales comunes, de productos elaborados a partir del metal, de maquinaria y de aparatos eléctricos. 

Antes, realizamos algunas consideraciones. Los salarios están condicionados por diferentes factores. Entre algunos de ellos, el tamaño de las empresas juega un rol importante. Varios autores señalan que luego del acuerdo salarial a nivel del sector, pueden aparecer incrementos salariales locales (wage drift), originados en la mayor capacidad de pago de las firmas en relación con el conjunto del sector (Brown, 1962). Además, los salarios pueden estar condicionados por el poder estructural que detenta el sector de actividad en la estructura económica (si el sector está muy enlazado con el resto de las actividades económicas, un conflicto gremial en el sector puede desatar un conflicto en los demás sectores con los que se relaciona) (Schmalz, 2017)1. Finalmente, con el nivel de actividad productiva y las condiciones laborales de los trabajadores (cuánto desempleo y cuánta informalidad existe en el sector y cuánta calificación se requiere para desarrollar esos trabajos). 

Pasemos entonces al análisis de la estructura productiva de nuestra región, prestando atención a la cantidad de puestos de trabajo por sector, el tamaño de las empresas y su relación con las desigualdades salariales. 

¿Cómo se distribuyen los puestos de trabajo y las empresas según sectores de actividad en el Conurbano Sur? 

Al observar la distribución de puestos de trabajo asalariado privado formal a nivel de grandes sectores (Gráfico 1), encontramos que la industria manufacturera tiene la mayor participación en los tres municipios, el sector comercio ocupa el segundo lugar y el tercero es para el sector de la enseñanza privada. 

Fuente: Elaboración propia a partir de procesamientos de datos del CEP XXI. 

Dadas las características de los sectores de actividad, la cantidad de establecimientos productivos es diferente en cada uno de ellos. El sector comercio es el que posee la mayor proporción de establecimientos en los tres municipios: 39% en Florencio Varela, 37% en Berazategui y 34% en Quilmes. Le sigue la industria manufacturera, con un 17% de los establecimientos productivos en Berazategui y Quilmes, y 13% en Florencio Varela. 

Al analizar lo que sucede al interior de las actividades industriales (Gráfico 2) es notorio el predominio de empleo en la elaboración de productos alimenticios (15%); en segundo lugar, en la elaboración de bebidas (10%); y, en tercer lugar, en la fabricación de productos elaborados del metal (9,8%). Pero si consideramos que el Convenio Colectivo de Trabajo Nº260/75 firmado por la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina y las tres Federaciones Argentinas de la Industria Metalúrgica, involucra las actividades Fabricación de productos elaborados de metal (9,85%), la Fabricación de maquinarias (5,71%), la Fabricación de equipo eléctrico (4,06%) y la Fabricación de metales comunes (3,80%), se destaca la centralidad de la metalurgia (23.4%). Casi 1 de cada cuatro trabajadores/as asalariados formales se rigen por dicho convenio.

¿Cómo se distribuyen los puestos de trabajo y las empresas según tamaño de los establecimientos productivos? 

A nivel nacional existe un predominio de las microempresas: alrededor del 74% de las empresas formales tiene 5 o menos trabajadores. Ahora bien, ¿qué pasa en la industria metalúrgica, principal rama industrial de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui? 

Hacia el año 2022, en este cordón territorial había un total de 7757 trabajadores y trabajadoras en la industria metalúrgica. A nivel de subramas, la fabricación de productos elaborados del metal es la principal, con 3263 puestos de trabajo asalariado formal. Luego, en orden decreciente, aparecen 1891 puestos en el sector de fabricación de maquinaria, 1345 en el sector de fabricación de equipo eléctrico y 1258 en el sector de fabricación de metales comunes. 

Tanto en Fabricación de productos del metal como en Fabricación de metales comunes, cerca de la mitad de los establecimientos son pequeños talleres, de entre 1 y 9 trabajadores. La subrama Fabricación de maquinaria es la que presenta, en relación con las otras, una mayor proporción de empresas medianas (50 a 199 personas contratadas) aunque el tamaño de empresa más frecuente es de 10 a 49 trabajadoras y trabajadores. Finalmente, Fabricación de equipo eléctrico es la que se organiza con mayor participación de grandes empresas -casi 1 de cada 10 tiene entre 200 y 499 empleados-. A su vez, en comparación con las restantes, es la subrama que posee la mayor proporción de puestos de trabajo en grandes empresas, casi 1 de cada 2 (Ver Gráfico 3). 

Fuente: Elaboración propia a partir de procesamientos de datos del CEP XXI 

Brechas salariales en la industria metalúrgica: dime dónde trabajas y te diré cuánto puedes cobrar 

En las negociaciones colectivas por sector de actividad se definen condiciones laborales y salariales para distintas categorías de ocupaciones en el proceso productivo. Una vez homologados, los convenios colectivos de trabajo rigen para todos los trabajadores, independientemente de que estén afiliados o no al sindicato que negocia. A esto se suma otro principio normativo: los acuerdos por actividad son el piso sobre el cual pueden mejorarse las negociaciones a nivel de empresas. 

La información que presentamos en el gráfico 4 se refiere a los salarios en el sector metalúrgico a nivel nacional. Allí se observa que, por un lado, los salarios varían según el tamaño de la empresa. Por el otro, la magnitud de esas brechas salariales entre tamaños de planta varía también por subramas. En todos los casos, el salario en las grandes empresas es mayor y se aleja del salario promedio de la rama. Por el contrario, en las micro y pequeñas empresas, los salarios pueden ser hasta tres veces más reducidos que el salario promedio del sector. 

Nota: El salario promedio de cada subrama está normalizado en 1. Las brechas salariales están calculadas respecto al salario promedio de cada subrama. 

La brecha es mucho más pronunciada en las micro y pequeñas empresas que se dedican a la fabricación de metales comunes, en las cuales el salario promedio es el 34% y 41% del salario promedio del sector. Por el contrario, en las grandes empresas, el salario promedio supera en 42% al salario promedio en la fabricación de productos del metal, y en alrededor del 26% y 25% en la fabricación de maquinaria y de metales comunes respectivamente. 

Efectivamente, la mayor desigualdad salarial aparece en Metales Comunes donde los salarios en las grandes fábricas son 3,7 veces más altos que los de quienes se desempeñan en microempresas. La menor desigualdad se observa en fabricación de equipo eléctrico, donde los salarios de las grandes empresas son 1,9 veces más altos que los de las microempresas. 

Desafíos para la acción sindical 

Pese a que las negociaciones salariales incluyen a todos los trabajadores de la actividad, encontramos que en todas las subramas metalúrgicas, a mayor tamaño de la empresa hay mayores ingresos laborales. Estamos ante espacios laborales heterogéneos en múltiples sentidos: condiciones laborales, procesos productivos y salarios. 

Estas características productivas constituyen el telón de fondo sobre el que operan las prácticas del sindicato metalúrgico y el escenario en el que actúa para transformarlo y hacer, de esa heterogeneidad, un colectivo de trabajadores. Esto nos abre una pregunta que nos conducirá, en futuras investigaciones, a mirar las acciones sindicales: ¿cómo se conduce una práctica sindical que atiende a las particularidades de cada tipo de trabajo y, simultáneamente, aspira a dar una forma unificada a un colectivo?

1 Para profundizar la lectura sobre el poder sindical estudiadas para sectores relevantes en el Conurbano Sur se puede revisar Morris, Barrera Insua, Beliera y Fernández Massi (2021) y la nota “¿Qué poder tienen los sindicatos?”publicada en esta misma revista, disponible en https://revistamestiza.unaj.edu.ar/que-poder-tienen-los-sindicatos/

Referencias bibliográficas

Morris, B., Barrera Insua, F., Beliera, A., & Fernández Massi, M. (2021). ¿Cuánto poder de negociación tiene un sindicato?. Revista Estudios Del Trabajo. Asociación Argentina De Especialistas En Estudios Del Trabajo (ASET), (62). Recuperado a partir de https://ojs.aset.org.ar/revista/article/view/107 

Schmalz, Stefan. 2017. Los recursos de poder para la transformación sindical. Nueva sociedad (272), pp.19-41. 

NOTA: Este artículo es resultado del Proyecto UNAJ Investiga 2020 “El poder de negociación sindical y la dinámica de los salarios. Un estudio a través de la acción sindical en actividades económicas del Conurbano Sur (Berazategui, Florencio Varela y Quilmes)”, acreditado por la Universidad Nacional Arturo Jauretche (Res. Nº148-18).

Acerca de las y los autores

Facundo Barrera Insúa

Dr. en Ciencias Sociales (UBA) y Lic. en Economía (UNLP). Docente-investigador (UNAJ) e Investigador Adjunto en el Laboratorio de Estudios en Sociología y Economía del Trabajo (LESET-IdIHCS/CONICET-UNLP). Director del UNAJ Investiga 2020.

Lucía Trujillo Salazar

Dra. en Ciencias Sociales (UNLP), Magister en Gobierno y Asuntos Públicos (FLACSO-México) y Lic. en Economía (UT-Colombia). Investigadora asistente del CONICET en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSyA/PET/UNAJ) y docente grado en la UNAJ y de postgrado en la UNLP

Anabel Beliera

Dra. en Ciencias Sociales (UNLP), Magister en Ciencias Sociales (UNLP),  Prof. y Lic. en Sociología (UNLP). Docente investigadora en la Universidad Nacional del Comahue. Investigadora asistente en el Instituto Patagónico de Estudios en Humanidades y Ciencias Sociales (IPEHCS, CONICET-UNCo)

Belén Morris

Dra. en Ciencias Sociales (UNLP) y Lic. en Sociología (UNLP). Docente e investigadora en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP).

Rubén Darío Buenahora

Técnico en Relaciones del Trabajo (UNAJ), estudiante de la Licenciatura en Relaciones del Trabajo (UNAJ). Trabaja en Ternium.

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